sábado, 2 de julio de 2011

III Carrera por la vida Lobosillo

Cuatro semanas, cuatro carreras...Es lo que no paraba de pensar cuando nos dirigíamos hacia la pequeña pedanía de Lobosillo, cercana a Cartagena. Esta seria con mucha seguridad la última carrera de la temporada, después tocaría no perder demasiado la forma en agosto y en septiembre empezar de nuevo para estar al máximo de cara al nuevo año.

En esta ocasión solo acudí con la gran compañía de  Antonio Vidal, no tardamos mucho en llegar al pequeño pueblo, una vez allí nos costo algo dar con la linea de salida aunque pronto vimos donde se dirigían la mayoría de los coches que circulaban por las desiertas callejuelas del barrio.

Una vez que encontramos un buen sitio para dejar el coche nos dirigimos a la retirada de dorsales los cuales no deberían de llevar mucho tiempo impresos porque apestaban a tinta. Allí estuvimos charlando con un amigo de Antonio y decidimos ir a ver que tal lo hacían los peques y los veteranos.

Estuvimos entrenidos durante un buen rato. Parecía que el retraso de nuestra carrera iba a ser notorio así que no quedaba otra que esperar de la forma mas amena posible. Mientras estábamos de espectadores contemplamos con preocupación como a un joven le dio una tremenda pájara mientras llegaba a meta, el pobre quedo casi inconsciente mientras todo el mundo esperábamos una ambulancia que tardo en llegar casi media hora, en fin, es lo que tienen estas carreras, que pese al esfuerzo de los organizadores no siempre salen según lo planeado. Felizmente todo quedo en un buen susto.

Por fin llego nuestro turno, ya habíamos esperado suficiente y nos encontrábamos una vez más en la linea de salida, mis sensaciones no eran demasiado buenas, me encontraba pesado y cansado de la noche anterior que no dormí nada por estar haciendo cola en la fuensanta para pedir día de boda, si habéis leído bien, hay que hacer cola para eso también...Pues como decía, los nueve mil cuatro cientos cincuenta metros repartidos en tres vueltas se me iban a hacer largos, de ahí que decidiera tomarme las cosas con calma en un principio.

La salida fue rápida y no tarde en quedarme bastante restrasado, Antonio se había marchado con un grupo más adelantado y yo había optado por esperar un poco. Así fue como en la primera vuelta intente entrar poco a poco en la carrera consiguiendo remontar bastantes posiciones, pase a Antonio con un -vamos!, vamos!, y poco a poco me fui acomodando en un grupo más adelantado, marcando casi sin darme cuenta un ritmo bastante fuerte.

Ya en la segunda vuelta agarre un botellín de agua para vaciarlo casi entero sobre mi cabeza e intente mantener la media, aunque como es muy común en mi cuando hay varias vueltas, baje el ritmo e intente recuperarme un poco para terminar fuerte. El plan pareció funcionar, llegue al ultimo tramo con algunas pulsaciones menos, y volví a acelerar un poco, pero al final de la carrera sucedió algo nuevo para mi. Cuando apenas quedaban un par de kilómetros empecé a notar una leve molestia que se iba multiplicando en intensidad, el lugar donde residía aquel punzamiento era en el costado derecho, algo muy común cuando se hace un sobreesfuerzo, el maldito flato. Primero empezó siendo molesto aunque controlado, pero al cabo de otro kilómetro apenas podía respirar, tal era el dolor que tuve que parar en seco a falta de quinientos metros y continuar andando. En esos momentos no paraban de pasarme atletas, algunos de ellos me animaban, pero allí estaba yo, andando y sintiendo una impotencia tremenda.

                     
Cuando hice el ultimo giro para vislumbrar la meta al final de la calle, y aprovechando el descanso que me había propiciado el andar durante unos instantes, eche a correr con todas las fuerzas que me quedaban, no me falto mucho para adelantar a dos personas pero uno de ellos me cerro el paso muy bien. Cuando entre en meta estaba exhausto, el corazón se me salia por la boca y estaba incluso algo mareado, pero todo había terminado. Cuarenta minutos y unos segundos. Menuda sorpresa me lleve cuando vi esa marca en aquel ticket que me dieron nada mas terminar, la media salia a cuatro quince, nueva mejor media personal. No me lo podía creer después del mal rato que pase al final.

Era el colofón perfecto a esta temporada, repleta de carreras, sobretodo en la recta final, y que siempre recordare por ser el año en el que definitivamente me "enganche" a este maravilloso mundillo.

Datos de carrera
Dorsal: 298
Distancia: 9450m.
Tiempo carrera: 00:40:17 (04:15min./km)
Posición: 52/151 (23 categoría/56)
Bolsa corredor: Camiseta algodón.


Fotos (Apenas encontre fotos de esta carrera)
Club de atletismo totana