lunes, 26 de marzo de 2012

Y tú...¿Por qué corres?

Me he dado cuenta de algo curioso con respecto a correr. Muy pocas personas lo hacemos como mantenimiento físico. Sin duda que es un plus el encontrarte en forma. Pero en la gran mayoría, creo que no es el motivo principal. Hay "un algo" que nos lleva a ponernos unas zapatillas  y salir a correr cuando llueve, cuando hace viento, frío, calor...incluso cuando no nos apetece en absoluto. Cada persona puede tener una razón diferente, pero el fin es el mismo. Encontrarnos mejor. Y es ahí, cuando correr más que un deporte se convierte en una terapia.

Hay algunas ocasiones en las que salgo del trabajo muy cabreado y sin haber planificado correr, comienzo a hacerlo intentando ir todo lo rápido que pueda. En esos momentos no suelo estar más de veinte o treinta minutos, pero son suficientes para ver la horrible jornada laboral desde otro punto de vista, algo más optimista, pensando que mañana será otro día e incluso dándome cuenta de lo egoísta que soy por llevar mal mi rutina laboral en los tiempos que corren.

Otras veces pienso en la suerte que tenemos, si tú que estas leyendo también, si tú. Si estas leyendo este blog, imagino que te interesara el mundo del correr y lo practicaras en mayor o menor medida. Pues eso es una de las mayores suertes en este mundo. Algo tan simple como salir a la calle y correr, es algo que por desgracia no pueden disfrutar miles de personas. Intento recurrir bastante a este pensamiento cuando voy corriendo, ya que creo que es algo que hay que valorar todos los días.

Otra razón de gran peso es la referente a la vida social. No tiene precio el compartir un entrenamiento, una carrera, o simplemente una charla con algún amigo, aunque hables siempre de lo mismo. Los mismos temas, las mismas dudas, las mismas palabras, pero cada vez no se el porqué, es diferente. También es cierto, que cuando ya llevas un tiempo en este mundillo, empiezas a conocer a gente. Cuando sales a entrenar siempre por el mismo sitio y al cabo de meses de estar viendo las mismas caras empiezas a saludar timidamente, o a entablar una conversación referente al clima... Luego en las carreras populares, vas quedandote con caras que terminas ya por reconocer fácilmente de tanto verlas (Moratinos, Óskar y Paco de Correbirras, Pilar la fotógrafa y un larguísimo etcétera), poco a poco y sin darte cuenta, se van convirtiendo en tu familia deportiva y eso que con la mayoría aún no te has cruzado ni un "hola".

La naturaleza. A todo aquel que le guste la naturaleza, entre los que me incluyo, no deben perderse la sensación de correr por algún sendero perdido por la montaña de alguna sierra de la región. Últimamente los sábados suelo madrugar e irme con mi mochila de running al monte y practico esta modalidad de carrera por montaña o trail. Y he de decir que esos momentos en soledad contigo mismo y con el sonido de la naturaleza no tienen precio. Vuelves a casa con la mente totalmente renovada.

Hay varios motivos más por los que me gusta tanto correr, pero son menos importantes y no quiero cansaros la vista con tanto párrafo. Llevo un año y tres meses corriendo en serio, y a día de hoy me considero un novato, pero creo que ya no hay vuelta atrás y sólo deseo que físicamente me pueda permitir durante muchísimos años esto que considero un auténtico lujo. El ponerme unas zapatillas y salir a correr.

domingo, 18 de marzo de 2012

XXXIII Medio Maratón de Murcia

Aquella mañana me levante casi dos horas antes de que sonara el despertador, aún estaba de noche y ya no pude conciliar el sueño. Estaba nervioso. Esta última semana había sido muy mala en cuanto a sensaciones, rodar por debajo de 5 min/km se convertía en un suplicio y las pulsaciones se disparaban. Pensaba que tal vez era a consecuencia del entrenamiento del día 10, con 21 kilómetros por montaña que me dejaron exhausto, pero lo cierto es que no tenia las mismas sensaciones que en mi primera media de Santa Pola, donde iba solamente dispuesto a disfrutar. En esta ocasión sabía que si no mejoraba lo que había visto los días previos, el resultado seria nefasto. Mi particular objetivo no era muy exigente. Marcar un tiempo oficial por debajo de 01:40:00. Un minuto y treinta y cinco segundos menos que en Santa Pola. Un reto que tal y como se presentaba la carrera lo veía muy difícil de cumplir.

De camino hacia el infante, en compañía de Antonio Vidal, hablábamos de lo raro que se nos hacia ir andando a una carrera sin utilizar medio de transporte, y la suerte que teníamos de tener la media maratón de nuestra ciudad tan cerca de nuestras casas. Además de que habíamos recogido tanto el chip como el dorsal los días anteriores, por lo que ya lo llevábamos incluso colocados.

No tardamos mucho en reunirnos también con Antonio Cano, que era su primera media y estaba expectante ante lo que se nos venia encima. Juntos, hicimos unos estiramientos mientras saludábamos a parte de la familia que se había acercado para desearnos suerte en nuestra particular aventura. Los minutos iban consumiéndose a medida que crecía nuestra ansiedad. Así fue como a falta de diez minutos ya estábamos colocados en mitad de la marea humana que se disponía a cubrir los 21.097 metros. Vidal me comento la posibilidad de adelantarnos un poco más. Pero yo no estaba muy convencido con aquella idea, quería un comienzo lento para poder "entrar" en la carrera y ver como me iba. Sabia que las retenciones me vendrían bien, pero he de decir que acabe arrepintiéndome minutos después cuando vi que había más tapones de los que pensaba.

Tras cruzar unas breves palabras con Oskar de Correbirras y desearnos mucha suerte entre mis compañeros, se escucho una traca y al cabo de unos segundos comenzamos a andar. No pude evitar recordar el fantástico día de Santa Pola, salvando las distancias. En esta ocasión sería más duro, no habría tantas personas animando para llevarte en volandas, el circuito pese a no tener nada que envidiarle a Santa Pola no era novedoso, por lo que mentalmente tampoco jugaríamos a favor y sobretodo las dos vueltas que había que dar. Eso para mi era lo peor, el tener que pasar dos veces por el mismo sitio era algo que me cansaba en las carreras de 10 kilómetros, por lo que en una media maratón no quería ni pensarlo. Pero la suerte estaba echada y ya no había marcha atrás. Lo que era un caminar lento se convirtió en un trote cochinero al cabo de unos segundos, para convertirse en unos instantes después en una carrera suave. La media maratón de Murcia había comenzado.

Los dos primeros kilómetros fueron muy lentos, rodando algo por encima de 5:00 min/km, había más retenciones de las esperadas y no podíamos hacer otra cosa, por otra parte creo que no nos vino tan mal, ya que como de costumbre no calentamos demasiado bien y estábamos algo fríos. Ibamos ganando posiciones de manera clara a medida que nuestro ritmo se incrementaba poco a poco. En el transcurso de la carrera habían grupos formados por militares del ejercito del aire, el primer grupo que nos encontramos fue bajando por la Gran Vía y era bastante numeroso, siendo unas cincuenta las personas que lo integraban, a veces entonaban marchas militares que repetían todos al unísono siendo todo un espectáculo. Al correr todos juntos era bastante complicado adelantarles y había que hacer un pequeño esprint para pasarlos rápidamente.

Antonio Vidal y yo seguíamos juntos, se notaba que estaba mucho mejor que en Santa Pola y temía que nuestro ritmo estuviese siendo demasiado rápido ya que íbamos a unos 04:30 min/km y mis pulsaciones sobrepasaban ya las 170 por minuto. En algunas ocasiones nos adelantábamos alguno de los dos para un poco más adelante volver a juntarnos, estábamos intercambiando el papel de "liebre" y nos estaba yendo muy bien.

Los primeros diez mil estaban cerca. La vuelta por la Gran Vía iba a ser dura, pero en ese momento estaba pasando por una buena fase de la carrera y me encontraba con fuerzas, así que decidí no bajar el ritmo y mantenerlo en el pequeño desnivel que nos tocaba atravesar. Llegando al final de la calle más importante de Murcia escuche un -¡Javi! y al mirar pude ver a Fº Javier que estaba viendo la carrera, lo salude rápidamente y continué la marcha con algo más de moral. Al saludarlo mire un poco hacia atrás y me dí cuenta de que Vidal se estaba quedando unos metros atrás, no me preocupe demasiado, sabía que si había terminado la de Santa Pola y en esta estaba más fuerte, no tendría ningún tipo de problema en acabarla con una buena marca.

Antes de que finalizara la primera vuelta, en una de las partes del circuito donde la carrera volvía sobre sus pasos y te encontrabas por el otro carril a los corredores que iban por delante de ti, pude ver a Miguel, que habíamos quedado antes de la carrera pero no hubo manera de encontrarnos. Le lance un grito y nos saludamos, iba unos 400 metros por delante aproximadamente y mi intención era saludarlo en persona. Es decir, alcanzarlo, una mera excusa para no bajar el ritmo y hacer la carrera más llevadera.

Ya en la segunda vuelta me daba algo de vértigo ver el pulsómetro y contemplar sus datos, estaba a algo mas de 180 pulsaciones y marcaba  04:15 min/km, sabía que tendría que bajar de ritmo pero mientras quedase gasolina iba a intentar aguantarlo. No tarde demasiado en alcanzar a Miguel con el que intercambie unas pocas palabras entrecortadas, nos deseamos suerte y quedamos en que ya hablaríamos más tranquilos de como nos estaba yendo.

De nuevo por la Gran Vía salude a unos familiares que estaban entre el público. La carrera se acercaba a su fin y yo no paraba de sacar cuentas para bajar de 01:40:00, miraba el pulsómetro y las cuentas salían algo apretadas, tal vez no lo consiga, pensaba, habíamos ido muy lentos al principio y estábamos arrastrando ese lastre. De vez en cuando agarraba una botella de los justitos puestos de avituallamiento y me la vaciaba por la cabeza, me despejaba un poco y continuaba, las piernas estaban respondiendo muy bien y lejos quedaba mi pesimismo previo a la prueba. No paraba de visualizar la llegada, algo que siempre me ayuda a terminar bien mis carreras.

En la última parte tuve que frenarme un poco, ahora rodaba sobre los 04:40 min/km y me estaba costando no bajar aún más. Para más inri, la última vuelta sufría una modificación en su última parte, dando una vuelta al jardín de Floridablanca y haciéndola más larga que la primera. Esto no hacia otra cosa que desesperar a la mayoría de participantes, algunos dejaban de correr y comenzaban a andar con la cabeza agachada y gesto de frustración. Al pasar por su lado intentaba animarlos pero no había manera. En el último kilómetro pase por al lado de un señor que me impacto mucho. Corría con una prótesis de pierna. Sin duda todo un símbolo de superación personal y que me cargo las pilas al instante sólo con verlo. Al pasar por su lado lo felicite y continué mi marcha hacia la meta.

Lo que sucedió a continuación es de ese tipo de cosas que crees que sólo pasan en las películas a cámara lenta mientras se escucha una canción emocionante. Resulta que a falta de unos 250 metros me fije en el cronómetro del tiempo oficial, anclado en la parte superior del arco de meta. Pues bien, durante toda la carrera mi "obsesión" fue bajar de 01:40:00, y allí estaba aquel crono, marcando un 01:39:15. Hubo unas décimas de segundo en las que no reaccione e incluso pensé en no apretar. Pero cuando aún no había terminado de pensármelo ya me encontraba apretando los dientes y corriendo con todas las fuerzas que me quedaban, pase a bastantes corredores en esos pocos metros finales, pero lo mejor fue la marca final. 01:39:59, objetivo cumplido. En los minutos siguientes a mi paso por meta, lo pase realmente mal, me faltaba el aire y un dolo en el estómago me impedía inspirar demasiado, pero había merecido la pena.

Hoy me quiero despedir felicitando a mis compañeros. A Antonio Vidal, por quitarle un buen puñado de minutos a su marca de Santa Pola, a Antonio Cano por ser su primera media maratón y terminarla sin ningún tipo de problemas y a Miguel porque también era su primera media e hizo una marca realmente buena. A todos ellos felicidades y espero que coincidamos pronto en otra carrerica.

Datos de carrera
Dorsal: 481
Distancia: 21.097m.
Tiempo carrera: 01:39:59 (04:44min./km)
Posición: 648/2119 (213 categoría/743)
Bolsa corredor: Camiseta técnica, gorra técnica, fruta, barritas, reposteria...

Clasificación general 

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Zapatillas y a correr

jueves, 15 de marzo de 2012

El ácido láctico ¿amigo o enemigo?

A lo largo de mi tiempo libre he leído mucho acerca del ácido láctico. Creo que se merece un artículo ya que me parece algo bastante interesante para los que practicamos cualquier deporte. Intentare no entrar en tecnicismos y tratare de explicarlo de una manera sencilla.

Cuando una persona comienza a realizar una actividad física, en nuestro caso correr, empezamos en mayor o menor medida bien, nos encontramos con ganas, fuerza y disposición para "comernos" unos cuantos kilómetros. Pero algo ocurre cuando llevamos un tiempo, nuestro cuerpo empieza a resentirse y ya no estamos tan bien como al principio. A unos nos pasara antes y a otros después, pero es solo cuestión de tiempo que aparezca la fatiga.

Cuando vamos corriendo tan felices, nuestro cuerpo es una máquina de quemar grasas, carbohidratos, glucosa y supongo que mil cosas más, pero vayamos a lo que nos interesa, esto último, la glucosa. Imaginaros que estamos en un bar y estamos pidiendo cerveza, necesitamos cerveza, sin cerveza no me muevo porque me canso. Entonces pedimos una tras otra, necesitamos movernos mucho y no paramos de pedirnos cañas. Pero llega un momento en el que tenemos la barra llena de jarras vacías y al camarero cada vez le cuesta más dejar las cervecitas en la barra. Lo tenemos todo hecho un estercolero y ya no podemos beber tan a menudo...

No hace falta decir que en el ejemplo anterior la cerveza es la glucosa y las jarras vacías el ácido láctico. Siendo un poco más formales, este ácido provoca que se inhiba la enzima encargada de romper la molécula de glucosa para la obtención de energía, y sin energía no hay movimiento. Esto no ocurre así de pronto, por supuesto. Lo que pasa es que poco a poco nos va costando más, el ácido láctico esta aumentando y no lo estamos eliminando eficazmente.

Podéis pensar que el ácido láctico es muy mala gente y que no nos hace ningún bien, pero no es así. Esta es la base de todos los que entrenamos hasta la extenuación. Buscamos llegar a ese punto en el que el ácido láctico nos dice "basta", y de esta manera conseguimos asimilarlo mejor. Con el paso del tiempo y con ejercicios de calidad, como series, cambios de ritmos, cuestas...educamos a nuestro metabolismo para que coja esas jarras de cerveza vacías y las reconvierta en cerveza, obteniendo así un ciclo energético perfecto, en el que reconvertimos parte del ácido láctico en glucosa a través de nuestro hígado. Este ciclo recibe el nombre de "ciclo de Cori" y hace que podamos hacer esfuerzos durante mucho tiempo. Sin él tendríamos que llevar siempre barritas energéticas para tomarnos cada cierto tiempo. Aunque nunca esta de más llevar algo por si nos falla el ciclo de Cori ¿no?

Bueno pues esto ha sido todo os pido disculpas si algo no es correcto o no lo he explicado bien y os dejo unos cuantos enlaces por si queréis profundizar más en el tema.

Xinte
Todonatacion
Kilometroseguro
Ciclo de Cori Wikipedia

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿En serio sabes atarte los cordones?

Ahora que al fin, después de mucho tiempo y trabajo he conseguido llevar al día mi blog, podre al fin permitirme el lujo de escribir artículos que me resultan interesantes y que pienso que también pueden serlo para vosotros.

Quisiera empezar por un articulo que leí hace no mucho y que me sorprendió mucho. Como algo que todo el mundo creemos hacer bien, en realidad no lo hacemos. Hablo de atarse los cordones de una zapatilla deportiva.

Algunos nos habremos hecho una pregunta alguna vez en nuestra vida, bueno en realidad puede que dos. Estas preguntas suelen ser habituales en el momento de adquirir unas nuevas zapatillas y son: ¿para que sera el agujerito doble que lleva por donde sale la cordonera?. La otra pregunta suele ser ¿para qué tan largas las cordoneras?. Pues bien a continuación la respuesta a estas dos cuestiones.

Esta es una zapatilla cualquiera y así como el 80% de las personas tienen colocadas las cordoneras...

Vayamos por pasos. Lo primero es coger un extremo de los dos del cordón e introducirlo de fuera hacia dentro por el agujero de su mismo lado.

No lo estires del todo, deja un pequeño espacio como en la foto, para más tarde poder usar ese hueco.
Haz lo mismo con el otro extremo, te tiene que quedar una cosa así:

Haz lo mismo en el otro extremo.

 Ahora coge el extremo de un cordón y pásalo por el hueco del extremo contrario que habías dejado antes.

Haz lo mismo con el otro extremo, te debe quedar una cosa así:

Con el pie dentro (tú puedes meter el pie desde el primer paso) coge los extremos y estira los cordones hacia los lados para ajustar la zapatilla y tener más cordón para hacer el nudo.

Ahora estíralos hacia arriba para acabar bien el ajuste. Puedes repetir el estiramiento hacia los lados y hacia arriba hasta que encuentres tu ajuste óptimo, pero recuerda no apretarlo demasiado.

Ahora átate los cordones. Lo mejor es que no tienes que aprender un nuevo lazado, hazlo como estás acostumbrado y podrás disfrutar de un ajuste perfecto.
Con este método se consiguen dos cosas bastante significativas. La lengüeta quedara fija en su lugar correcto y no nos molestara. Lo otro que conseguimos es evidente, un ajuste mucho mejor.

Parte del articulo esta sacado de la web www.foroatletismo.com donde siempre suele haber artículos muy interesantes.

Esto ha sido todo por hoy. Un saludo a todos.