sábado, 31 de diciembre de 2011

X San Silvestre Murcia 2011

Mi participación en la Yeti Trail me había dejado bastante "tocado", tanto a nivel físico como psíquico. El dolor en el costado seguía ahí y había dejado de salir a entrenar. El mes de noviembre fue penoso, con tan solo 3 entrenamientos, todos ellos anteriores a mi lesión. Y es que cuando uno ya tiene una rutina de entrenamiento que tanto trabajo ha costado conseguir día a día y ves como la vas perdiendo a pasos agigantados, te causa una sensación de impotencia que poco a poco va transformándose en pesimismo. Al menos en mi caso.

Por suerte solo fue el mes de noviembre, ya en diciembre comencé a probarme con entrenamientos suaves en los que aún me resentía un poco, pero eso solo fue durante la primera semana, después todo fue bastante bien. Me dí cuenta que no era tanto lo que había perdido y en cuestión de dos buenas semanas de entrenamiento ya me encontraba bastante bien.

Mi objetivo era claro y mi motivación también. La San Silvestre, esa carrera tan especial y que este año tendría un plus adicional al contar con la participación de mi novia, Fº Javier, Antonio (como no), Antonio Cano e Isaac. Hacer una mención especial a nuestro publico que estaba formado por Anica, Anita, Antonio, Jose, Paco, Pili, Tere y Lola, que la pobre se quedo sin poder correr cuando ya tenia su dorsal debido a una inoportuna lesión.

El ambiente mientras nos aproximábamos a la glorieta era muy especial, ya se empezaban a ver a las primeras personas disfrazadas y la cosa prometía. Ya en el  lugar de la salida el desfile de "personajes" era incontable, supermanes, viejas, vacas, comecocos, gusanos incluso la niña del exorcista con cama y cura incluidos. Nuestros acompañantes, que nunca habían asistido en persona a una carrera de esta índole, estaban disfrutando como niños.

Todos nos encontrabamos en mayor o menor medida inquietos, mientras hablabamos en la linea de salida. Nos habíamos puesto por la parte delantera del pelotón y advertí a Ana y Fº Javier que llevasen cuidado ya que su ritmo iba a ser mas lento y podrían formar un tapón. Ambos, como buenos primos, habían decidido hacer juntos la carrera, ya que Ana estaba algo nerviosa y no queríamos dejarla sola, de no ser por él, su acompañante hubiera sido yo. Pero con la tranquilidad de saber que estaba en buenas manos y la falta que me hacia una carrera en la que descargar mi último mes en el dique seco, hacían que mis intenciones fueran ir a tope.

Cuando dieron la salida se desato la locura, miles de personas dispuestas a cubrir los 7 kilómetros establecidos en el menor tiempo posible, corredores de los buenos, del montón, ocasionales, y los que corren una vez al año en esta carrera. Así es la San Silvestre. Mi San Silvestre era ir a por todas, el año anterior no la corrí, ya que ni si quiera estaba entrenando por aquel entonces y me arrepentí muchísimo después, pero bueno, ahora me encontraba ahí, descendiendo por la gran vía y sin parar de adelantar personas. Iba muy por encima de mi ritmo, pero la idea era evitar tapones en las calles más estrechas de Alfonso X.

Aunque adelante a una buena cantidad de participantes no pude evitar algo de retenciones, a pesar de todo la carrera siguió a buen ritmo. Ya por la zona de la universidad, empecé a pensar que mi ritmo estaba siendo demasiado alto y que tal vez tendría que regular algo. Pero con la cantidad de espectadores que abarrotaban las calles de Murcia animando en todo momento y sabiendo que la distancia no era demasiada, decidí apretar los dientes y aguantar.

Pronto llegamos a la zona del hospital Reina Sofía, donde unos metros más adelante se giraba para volver por el mismo recorrido. Al cambiar el sentido de la carrera, no tarde en ver a Antonio, que estaba marcando un gran ritmo y lo llevaba bastante cerca, también pude ver en el último momento a mi novia y a Fº Javier que iban mucho mejor de lo que pensaba.

La vuelta se estaba haciendo pesada, mis pulsaciones estaban demasiado altas y empezaba a pensar que en la última recta de la gran vía me iba a quedar sin fuerzas para apretar. Y así fue, una vez que llegue a este punto, donde solamente me separaba un kilómetro hasta la meta, alguno de los corredores con los que iba aumentaron el ritmo, pero yo no daba más de mi, con lo que no me quedo otra que aguantar y ver como me adelantaban.

Unos 300 metros antes de entrar a meta, prepare una dedicatoria muy especial. Me puse una camiseta que me había preparado la noche antes y en la que se podía leer "Ánimo Lola" junto a su dorsal y un "2012". Al pasar por donde estaban todos, incluida ella, le mostré la camiseta y señale el "2012" para hacerle entender que el próximo año no podía faltar.

El resultado final fue muy satisfactorio, con un tiempo de 29:35 y una mejor media personal, 04:13min/km. Poco a poco fueron llegando los demás, Antonio no tardo casi nada en atravesar la meta, demostrando una vez más que a poco que entrene muestra unos resultados sorprendentes. Isaac llego un poco más tarde, Antonio Cano no lo vi llegar y por último Ana y Fº Javier, que llegaron algo más retrasados pero llenos de alegría por a ver terminado su primera carrera.

Datos de carrera
Dorsal: 811
Distancia: 7000m.
Tiempo carrera: 00:29:35 (04:13min./km)
Posición: 345/2905 (103 categoría/884)
Bolsa corredor: Sudadera, bolsa para zapatillas. 

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sábado, 12 de noviembre de 2011

II Yeti trail run

Desde que participe en la II ruta de las fortalezas mi fijación por los ultratrails había aumentado, miraba de reojo esas pruebas de tantísimos kilómetros, rodeadas de bellos parajes y pensaba que sería lo más parecido a experimentar la naturaleza más antigua del ser humano. Esa soledad a lo largo de tantas horas poniendo el cuerpo al límite y sintiéndote como un salvaje que no conoce otro medio de transporte excepto el de sus propias piernas.

Los 101km de ronda, la subida al pico Veleta e incluso el ultra trail du Mont Blanc, eran algunas de las pruebas en las que me pasaba horas buscando información por internet, mientras los dientes se me alargaban al ver a esas máquinas con aspecto humano como hacían esfuerzos titánicos para superarse a sí mismos. Nieve, lluvia, viento, un sol infernal...nada los podía detener.

Emocionado cada vez más por este tipo de pruebas, no tarde en encontrar un primer objetivo. La II yeti trail run, 44 kilómetros por uno de los paraísos de la región de Murcia. Sierra Espuña, con un desnivel acumulado de 2600 metros. No estaba nada mal para saciar un poco esas ansias que tenía por estas carreras extremas.

En mi expedición conseguí arrastrar a mi hermano Pepe y a mi primo Juanfra, aunque me costo algo convencerlos. Al que no pude "engañar" fue a mi gran compañero Antonio Vidal, que a la larga demostró ser el que más cabeza tenía, y no me refiero al tamaño precisamente.

El entrenamiento en los meses previos no fue el adecuado. Habíamos salido mucho menos que en la preparación de las rutas de las fortalezas, siendo esta prueba mucho más dura. Digamos que nos fuimos confiando poco a poco mientras tachábamos los días en el calendario. Mientras tanto prepaba las "chuletas" de los tiempos por kilómetro que tendríamos que hacer para llegar a los puntos de control dentro del tiempo estipulado. Las cuentas más o menos salían, aunque todos sabíamos que no bastaría con andar. La idea era mezclar periodos de marcha rápida con carrera suave. Pero las ideas no siempre salen bien.

Dos semanas antes de la carrera, me fui a una casa rural a pasar un buen fin de semana. Pero ocurrió algo, jugando una pachanga de fútbol, tuve una caída con tan mala suerte que me fisuré una costilla en el lado izquierdo. Al inspirar profundamente me daba un doloroso pinchazo en el costado y si añadimos el catarro por el que estaba pasando, os podeis hacer una idea de cuales eran mis ánimos para la carrera a falta de menos de dos semanas.

No pude volver a entrenar. Pero no creáis que me quede en casa recuperándome, haciendo caso de todos los consejos por parte de mi gente. A pesar de todo, el día 11 de Noviembre a las seis de la mañana pusimos rumbo a  Alhama. Mis aliados para superar los dolores en el costado eran una vieja faja, réflex y paracetamol. El entrenamiento del grupo había sido casi nulo y nos esperaban de seis a ocho horas de esfuerzo continuado.

Cuando llegamos al Berro, lugar de salida, pudimos ver que tipos de personas participan en estos retos. Personas altamente preparadas, equipadas hasta los ojos, muy concentrados...en dos palabras: auténticos profesionales. El solo hecho de contemplar aquel panorama que parecía decirnos -¿Qué hacéis vosotros aquí? hacia que la motivación fuera cayendo aun más si cabe.

Después de recoger el dorsal y plantarnos al final de la carrera, se dio la salida. Todos salimos corriendo, con la diferencia de que el ritmo que llevábamos nosotros, hizo que nos quedásemos un poco descolgados en cuestión de minutos. Por detrás nuestro tan solo iban dos corredores que tardamos algo de tiempo en darnos cuenta de que eran "los escobas".

Transcurridos unos 25 minutos nos encontramos con un pequeño repecho, algo pronunciado de pendiente pero bastante corto. Fue aquí cuando al mirar hacia atrás y ver la cara de mi hermano me dí cuenta de que no iba a terminar la carrera. Lo que no sabía en ese momento es que yo tampoco lo haría.

Cuando faltaba poco para llegar a la hora de carrera, paso lo inevitable, ya descolgados totalmente del grupo, mi hermano comenzó a quejarse de la parte inferior de cuádriceps, esto coincidía con el primer puesto de control con lo que tras unos minutos de debate decidió que se quedaba allí y que los chicos de la organización lo llevarían de vuelta al Berro.

Ya solo estábamos mi primo y yo, y cuando digo solo es solo. Estábamos fuera de tiempo según nos habían dicho y la cola de carrera nos quedaba muy lejos, por lo que no se nos ocurrió otra cosa que echar a correr como cabras locas, así pudimos estar durante cerca de media hora, en la que nos dio tiempo hasta de perdernos y tener que volver sobre nuestros pasos. Nada podía salir peor, bueno algo si, que empezaba la primera subida de verdad y que mi dolor se iba incrementando poco a poco. Justo antes de comenzar el ascenso, nos encontramos el segundo punto de avituallamiento el cual estaba ya a medio recoger. Lo que nos faltaba para nuestro estado de ánimo. Mi moral estaba entre la suela de mis zapatillas, para colmo los kilómetros de mi pulsómetro no coincidían con los de la carrera, casi 11 kilómetros me marcaba cuando apareció el puesto de avituallamiento, que según el "mapa oficial" se encontraba a 9 kilómetros. Adiós cálculos, de nada servirían si no coincidían las distancias.

El ascenso lo definiría algo así como "una agonía que parece que nunca acaba". Me faltaba el aire que no podía inspirar correctamente ya que el dolor era ya muy intenso, mi primo cada vez se alejaba más, cuando parecía que llegabas a la cima e iba a comenzar el descenso, se divisaba ante mis ojos otra subida mucho mas larga, en fin...que lo que supuestamente tendría que haber sido un disfrute por el maravilloso entorno de Sierra Espuña, por el duro perfil de la prueba, por el constante esfuerzo que suponía este reto y por la llegada a meta que prometía ser espectacular, se había convertido en eso, en una agonía.

El tercer puesto de avituallamiento fue nuestra particular meta, 14,5 miseros kilómetros habíamos recorrido hasta nuestro fin. Mi primo tampoco dudo en quedarse en este punto, puesto que la idea de continuar totalmente solo durante 30 kilómetros no le hacia mucha gracia, y más después de haber visto los arruis unos minutos antes. Así que trás andar casi otra hora más, y acompañados por otros cinco o seis participantes que no pudieron continuar, llegamos a los coches de los organizadores para llevarnos de vuelta. Desde aquí mi agradecimiento para ellos, por lo bien que se portaron con nosotros.

Lecciones como la que acabo de relatar, de manera algo extensa por cierto, son las que te hacen ver que en este mundillo del atletismo popular se ha de ir con pies de plomo, que no puedes pasar de los 10 kilómetros a los ultratrails, que si no entrenas no disfrutas y sobretodo que uno siempre tiene que aprender más de los fracasos que de los triunfos. Y con eso es con lo que me quedo. Que siendo, sin duda, la peor carrera que he disputado, ha sido con diferencia, con la que más he aprendido.

Datos de carrera
Dorsal: 224
Distancia: 44000m. (14500m. recorridos)
Tiempo carrera: -
Posición: -/174 (-categoría/48)
Bolsa corredor: Camiseta de algodón, indicador luminoso. 

domingo, 23 de octubre de 2011

XV Subida a la Santa

Una vez más nos encontrábamos mi amigo y compañero Antonio Vidal y yo de camino a Totana. Esta vez tocaba coronar el santuario de la Santa en Totana. Una carrera de 7330 metros, que a priori podría parecer sencilla por la distancia pero que encerraba una gran dificultad. Tal y como su nombre indica el recorrido transcurría en continuo ascenso y además cada vez con mayor pendiente.

En la carrera del barrio de San Jose había tenido mi primer contacto con las carreras con subidas y sabia lo mucho que se podía sufrir si uno se pasaba de velocidad, ya que al contrario de lo que ocurre en un terreno llano en el que puedes regular si has apretado de más y te estabilizas, en subidas no hay margen de error, la recuperación se hace casi imposible.

Días antes de la carrera habíamos realizado entre otros un entrenamiento que cabe destacar ya que nos proporciono bastante optimismo a la hora de afrontar esta prueba. En "nuestro" Santuario de la Fuensanta, hicimos tres subidas seguidas y tanto Antonio como yo, coincidimos en que las sensaciones habían sido muy buenas. Por lo que íbamos bastante animados.

Cuando llegamos a Totana y fuimos a recoger dorsales comprobamos que el ambiente era bastante bueno, se veían atletas muy en forma y varios clubes de atletismo, lo que daba una idea de que esta carrera no era la más apropiada para corredores noveles. Una vez colocados los dorsales, nos animamos a trotar un poco por las callejuelas de Totana para ir entrando en calor.

Puntualmente nos colocamos en la linea de salida y esperamos a que comenzara una nueva carrera mas en nuestro currículum, percatándonos de que eramos menos corredores de los que pensábamos en un principio.

La salida fue muy rápida, casi alocada. Mi compañero Vidal, muy dado a las salidas "locas" se apunto al carro y yo con él, ya que esta carrera habíamos acordado semanas atrás en hacerla juntos. A los pocos minutos ya estaba yo pensando que íbamos por encima de nuestro ritmo. Muy por encima. No tarde en hacerle un comentario a Antonio "-vamos muy rápido". Por suerte o por desgracia pronto empezamos con la subida y bajamos radicalmente el ritmo. Comenzaba el sufrimiento.

Habíamos dejado las calles céntricas del pueblo y ahora el camino a ambos lados se cubría de vegetación dando un aspecto muy bonito a la carrera, además el día acompañaba. Un día totalmente despejado y con un calor considerable para la época del año, algo que nos pillo por sorpresa a mi compañero y a mi, que eramos los únicos atletas con manga larga. Marcando tendencia, si señor.

Entrando en el ultimo cuarto de carrera Vidal empezó a sufrir más de la cuenta y me comento que estaba tocado y que le tirase yo si quería, rechace su propuesta al instante ya que esta carrera queríamos terminarla juntos y así seria, por lo que tras unas pocas palabras de animo y aflojar un poco, Antonio supero bastante bien el mal momento por el que había pasado y seguimos subiendo.

Entrabamos en el ultimo tramo de la carrera y fue cuando sucedió algo curioso y que a día de hoy aun sigue provocándonos alguna risa cuando lo recordamos. Una mujer de avanzada edad nos supero a falta de unos 400 metros, nosotros íbamos bastante tranquilos de ritmo ya que la pendiente se había hecho mas dura en este ultimo trozo. Pero cuando ambos vimos como nos superaba esa mujer, digna de admirar, no falto decirnos nada para comenzar a hacer un esprint como pocos recuerdo. Antes de entrar a meta nos agarramos la mano y terminamos juntos esta carrera que nos dejo un gran sabor de boca y que creo que se convertirá en una cita obligada todos los años.

Datos de carrera
Dorsal: 260
Distancia: 7330m.
Tiempo carrera: 00:40:27 (05:30min./km)
Posición: 201/378 (59 categoría/108)
Bolsa corredor: Camiseta técnica, mochila. 

Club atletismo Mandarache

domingo, 18 de septiembre de 2011

XIX Carrera popular Nonduermas

Seis meses llevaba inscrito a esta carrera que parecía que no iba a llegar nunca. La "resaca" del mes de Agosto aún estaba presente y aunque había intentado hacer los deberes, sabia que esta no iba a ser mi mejor carrera ni por asomo. Notaba que todavía me quedaban muchos entrenamientos por delante para alcanzar mi mejor forma, y aunque a fecha de la carrera ya contaba con once salidas en ese mes, no eran suficientes. El factor climatológico tampoco jugaba a favor, hacia un sol de justicia y el asfalto era sinónimo de fuego. La prueba constaba de dos vueltas para una distancia total de 10640 metros. Era consciente de lo mucho que iban a costar correrlos.

En esta ocasión la compañía era casi multitudinaria. En "las gradas" contabamos con el apoyo de: Ana Gómez (mi novia), Fº Javier, Jose, Juanfra, Luis, Mamen, Mª Dolores, Pili, Rosi, Tere. En el escenario principal estábamos: Antonio Vidal, Antonio Cano (aunque se perdió y ya no lo vimos), Juanmi, dos amigos de él y yo.

El ambiente que se respiraba en los minutos previos a la carrera era muy bueno. Bastantes corredores, muchos vecinos de la zona, buena megafonía, etc... Me veo obligado a reseñar la gran organización por parte del club de atletismo ermita de burgos y en especial a su presidente (Sandoval), que año trás año preparan este evento con gran entusiasmo y deificación, proporcionando a los atletas todo lo necesario para que solo se preocupen de disfrutar, o de sufrir segun se mire. Incluso repartieron gorras antes de la carrera para que las utilizase aquel que quisiera ante la alta temperatura que hacia. Todo un detalle por su parte.

Ya en la linea de la salida, a más de uno se le pusieron los pelos de punta (me incluyo) cuando justo antes de empezar sonó por megafonía "La Parranda". Después echamos a correr.

El principio fue algo caótico, con muchos tapones difíciles de solventar, gente dando ánimos, aplausos...En fin que más de uno, salio mas rápido de la cuenta. En mi caso, intente empezar suave, sabia lo que quedaba por delante ya que la distancia no era ninguna broma y el sol abrasador menos todavía.

Con el paso de los minutos la carrera fue dispersándose poco a poco, al igual que las abarrotadas calles, que iban quedando atrás junto con el bullicio del publico. Ahora transitábamos por carriles asfaltados que dejaban ver que todavía hay algo de huerta en Murcia. Pronto apareció el primer puesto de avituallamiento, agarre un botellín y lo vacié sobre mi cabeza. Me había acomodado en un grupo que me llevaba un poco a rastras pero que intentaba seguir con ímpetu, por ahora iba bien pero el ritmo estaba siendo algo alto para mi.

Cuando iba a completar la primera vuelta, ya había visto por el camino un grupo de música pop, otro heavy, un conjunto de gaiteros, un violinista y hasta un joven con un cajón flamenco, todos ellos situados en distintos puntos para amenizar el sufrimiento de los corredores. Lo que no vi al pasar por meta fue a todos los que habían ido a vernos. Un despiste por mi parte.

La segunda vuelta fue bastante más dura que la primera, teniendo que regular el ritmo en algunas ocasiones, aunque he de reconocer que lo lleve bastante bien dentro de lo que cabe. En la recta final intente apretar un poco pero no pude y perdí algunas posiciones. La llegada fue muy buena ya que esta vez si que no se me escaparon y pude ver a todos los que estaban allí para animarnos, les dedique un saludo y cruce la linea de meta con un tiempo muy bueno para tratarse de una carrera después de vacaciones. 00:47:16. La pretemporada había empezado bien.

Datos de carrera
Dorsal: 884
Distancia: 10640m.
Tiempo carrera: 00:47:16 (04:26min./km)
Posición: 152/905 (49 categoría/242)
Bolsa corredor: Camiseta técnica manga larga, gorra, revista, cepillo de dientes.

Clasificación general


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miércoles, 31 de agosto de 2011

Vacaciones

Un año más llegaba el ansiado mes de agosto y la playita, los chiringuitos, las noches de copas, buenas comidas, heladerías...vamos lo que viene siendo "cosa buena" para el cuerpo. Yo estaba tranquilo, había corrido de manera continua desde enero y sabia que no podía echar por la borda 8 meses de duro trabajo, de salidas con frío, mucho viento, lluvia, y luego el calor "made in murcia", ese calor que hace que te cueste hasta respirar. Era mucho sacrificio como para no recapacitar bien y saber que este verano tendría mis deberes. Unas tareas que eso si, me las iba a tomar de manera más relajada pero sin dejarlo.

Este mes de transición también me vendría muy bien como descanso, además durante el mes de julio y unos días después de la carrera de lobosillo empecé a arrastrar un dolor en el lado izquierdo de la cadera acompañado de un chasquido cada vez que daba un paso con esa pierna. El dolor fue remitiendo poco a poco pero el chasquido todavía se deja sentir a día de hoy. Por lo que me informe en su momento, se produce por el roce de un tendón, de un músculo o de un ligamento sobre el saliente de una estructura ósea, esto recibe el nombre de "cadera en resorte" y en el 70% de los casos no provoca alteraciones en la vida cotidiana. Por suerte creo que me encuentro dentro de ese grupo. Si queréis saber más acerca de este tema os dejo unos interesantes enlaces:

Información sobre cadera en resorte 1
Información sobre cadera en resorte 2
Información sobre cadera en resorte 3

Bueno, volvamos a agosto. Para este mes opte por llevar de compañeras a mis asics trabucco, ya que no sabía a ciencia cierta por que terreno iba a correr, una vez pasado el mes de agosto me daría cuenta de que me hubiesen venido mejor las nimbus ya que apenas salí del asfalto en todo el mes, y estas ultimas son mucho más blandas.

Al termino del mes de agosto, el objetivo estaba cumplido, a parte de lo mas importante; pasarlo bien y descansar, había realizado un total de once sesiones de entrenamiento, suficientes como para mantener un poco la forma y no empezar de cero en septiembre. Buen verano el de este año, muy bueno.


sábado, 2 de julio de 2011

III Carrera por la vida Lobosillo

Cuatro semanas, cuatro carreras...Es lo que no paraba de pensar cuando nos dirigíamos hacia la pequeña pedanía de Lobosillo, cercana a Cartagena. Esta seria con mucha seguridad la última carrera de la temporada, después tocaría no perder demasiado la forma en agosto y en septiembre empezar de nuevo para estar al máximo de cara al nuevo año.

En esta ocasión solo acudí con la gran compañía de  Antonio Vidal, no tardamos mucho en llegar al pequeño pueblo, una vez allí nos costo algo dar con la linea de salida aunque pronto vimos donde se dirigían la mayoría de los coches que circulaban por las desiertas callejuelas del barrio.

Una vez que encontramos un buen sitio para dejar el coche nos dirigimos a la retirada de dorsales los cuales no deberían de llevar mucho tiempo impresos porque apestaban a tinta. Allí estuvimos charlando con un amigo de Antonio y decidimos ir a ver que tal lo hacían los peques y los veteranos.

Estuvimos entrenidos durante un buen rato. Parecía que el retraso de nuestra carrera iba a ser notorio así que no quedaba otra que esperar de la forma mas amena posible. Mientras estábamos de espectadores contemplamos con preocupación como a un joven le dio una tremenda pájara mientras llegaba a meta, el pobre quedo casi inconsciente mientras todo el mundo esperábamos una ambulancia que tardo en llegar casi media hora, en fin, es lo que tienen estas carreras, que pese al esfuerzo de los organizadores no siempre salen según lo planeado. Felizmente todo quedo en un buen susto.

Por fin llego nuestro turno, ya habíamos esperado suficiente y nos encontrábamos una vez más en la linea de salida, mis sensaciones no eran demasiado buenas, me encontraba pesado y cansado de la noche anterior que no dormí nada por estar haciendo cola en la fuensanta para pedir día de boda, si habéis leído bien, hay que hacer cola para eso también...Pues como decía, los nueve mil cuatro cientos cincuenta metros repartidos en tres vueltas se me iban a hacer largos, de ahí que decidiera tomarme las cosas con calma en un principio.

La salida fue rápida y no tarde en quedarme bastante restrasado, Antonio se había marchado con un grupo más adelantado y yo había optado por esperar un poco. Así fue como en la primera vuelta intente entrar poco a poco en la carrera consiguiendo remontar bastantes posiciones, pase a Antonio con un -vamos!, vamos!, y poco a poco me fui acomodando en un grupo más adelantado, marcando casi sin darme cuenta un ritmo bastante fuerte.

Ya en la segunda vuelta agarre un botellín de agua para vaciarlo casi entero sobre mi cabeza e intente mantener la media, aunque como es muy común en mi cuando hay varias vueltas, baje el ritmo e intente recuperarme un poco para terminar fuerte. El plan pareció funcionar, llegue al ultimo tramo con algunas pulsaciones menos, y volví a acelerar un poco, pero al final de la carrera sucedió algo nuevo para mi. Cuando apenas quedaban un par de kilómetros empecé a notar una leve molestia que se iba multiplicando en intensidad, el lugar donde residía aquel punzamiento era en el costado derecho, algo muy común cuando se hace un sobreesfuerzo, el maldito flato. Primero empezó siendo molesto aunque controlado, pero al cabo de otro kilómetro apenas podía respirar, tal era el dolor que tuve que parar en seco a falta de quinientos metros y continuar andando. En esos momentos no paraban de pasarme atletas, algunos de ellos me animaban, pero allí estaba yo, andando y sintiendo una impotencia tremenda.

                     
Cuando hice el ultimo giro para vislumbrar la meta al final de la calle, y aprovechando el descanso que me había propiciado el andar durante unos instantes, eche a correr con todas las fuerzas que me quedaban, no me falto mucho para adelantar a dos personas pero uno de ellos me cerro el paso muy bien. Cuando entre en meta estaba exhausto, el corazón se me salia por la boca y estaba incluso algo mareado, pero todo había terminado. Cuarenta minutos y unos segundos. Menuda sorpresa me lleve cuando vi esa marca en aquel ticket que me dieron nada mas terminar, la media salia a cuatro quince, nueva mejor media personal. No me lo podía creer después del mal rato que pase al final.

Era el colofón perfecto a esta temporada, repleta de carreras, sobretodo en la recta final, y que siempre recordare por ser el año en el que definitivamente me "enganche" a este maravilloso mundillo.

Datos de carrera
Dorsal: 298
Distancia: 9450m.
Tiempo carrera: 00:40:17 (04:15min./km)
Posición: 52/151 (23 categoría/56)
Bolsa corredor: Camiseta algodón.


Fotos (Apenas encontre fotos de esta carrera)
Club de atletismo totana

domingo, 26 de junio de 2011

III 10km fiestas de San Pedro

La tercera carrera en tres semanas, menuda racha, la verdad es que el buen tiempo animaba a participar en este tipo de eventos deportivos, el desplazamiento, el ambiente y sobretodo la compañía hacían de estas carreras la mejor excusa para pasar un buen día al sol.

En esta ocasión la expedición estaba formada por Ana, Inma, Loli, Pili, FºJavier, mi compañero Antonio Vidal y el que escribe, contar con la presencia de amigos tan cercanos era un punto extra para motivarse. Otro factor  a tener en cuenta era el entorno de los diez kilómetros que íbamos a recorrer, digno de mención, y es que Blanca es uno de esos pueblos con encanto por el que el río segura se deja entrever en todo su esplendor y baña unas montañas con un verde especial. El circuito en si era bastante complicado ya que mezclaba tramos con pendiente pronunciada con otros mas suave, el resto era llano.

El ambiente pese a no ser multitudinario si que constaba con un buena cantidad de atletas entre los cuales había que destacar a Jose Moratinos con sus sesenta y siete primaveras y un devorador de kilómetros. Nunca había hablado con él aunque conocía bien sus hazañas a través de internet (pinchar para ver su blog) por lo que me acerque, nos presentamos Antonio y yo y nos echamos una foto para el recuerdo, tras desearnos suerte fuimos a por los dorsales.

Tras realizar unos calentamientos y trotar durante unos minutos nos fuimos hacia la linea de salida, no sin antes despedirnos de nuestros espectadores de lujo. Ya en la salida mezclamos unas palabras de tranquilidad y sosiego, analizamos por enésima vez la dificultad del recorrido y nos deseamos suerte. La carrera había comenzado.

La lectura de esta carrera era bastante importante, de nada serviría salir demasiado rápido, no había porque buscar huecos ya que los participantes no eran excesivos y las continuas subidas sobretodo a la ida podían causar mella si se iba muy nervioso. Intente aplicar lo que tenia en mente y en mayor o menor medida lo conseguí porque comencé tranquilo, sabia lo que me había pasado la semana anterior en Alquerías como me "reventé" casi literalmente en la primera vuelta y luego me tuve que tomar mi tiempo para recuperarme.

Nada más comenzar la carrera, a escasos quinientos metros mas o menos, se encontraba uno de los repechos mas duros, unos doscientos metros de pronunciada subida en los que había que frenar bastante para no vaciarte al principio. Tras pasar este primer gran obstáculo nos adentramos en la calle mayor del pueblo, enseguida escuche entre el publico mi nombre y allí estaban mis animadores particulares dandome aliento que me haría falta, y mucha.

Después de rodar durante un par de kilómetros por el pueblo el paisaje cambiaba drásticamente, dejábamos la calles repletas de coches aparcados, comercios, personas...y nos adentrabamos en la soledad del campo, aunque eso si, sin dejar en ningún momento el asfalto. El río se dejaba entrever por nuestro lado izquierdo de vez en cuando que junto a la altura que iba cogiendo la carretera por la que transitábamos hacían un paisaje espectacular. No tarde demasiado en ver la cabeza de carrera que ya daba la vuelta y se cruzaba con nosotros, poco a poco me aproximaba a la mitad que estaba situada justo antes de una enorme presa.

Al cambiar el sentido de la marcha ya sabia lo que me esperaba hasta el final por lo que podía forzar un poco mas en algunos lugares, lo que antes eran subidas ahora serian bajadas y ahora serian mas numerosas estas ultimas. Pronto me cruce con Antonio que se aproximaba a la mitad y ambos nos dimos ánimos.

En esta carrera he de decir que mantuve bastante mi posición, quiero decir con esto, que ni adelante mucho ni me adelantaron demasiado. Exceptuando claro esta, la salida. En los últimos tramos del circuito y viendo que aun me quedaba un ápice de energía, no dude en gastarla, apretando todo lo que pude, mi recompensa fue una de las mejores llegadas a meta. A falta de menos de un kilómetro me situé en el medio de dos corredores, los tres íbamos aguantando y se podía notar claramente, esperando el momento exacto de atacar, ni muy pronto, ni muy tarde. La meta se veía al fondo y aun íbamos juntos pero cuando faltaban unos doscientos metros yo no pude aguantar mas, además yo tenia un extra y era mi gente que me aguardaba en la meta animándome, por lo que apreté los dientes y corrí todo lo que pude, llegando el primero del grupo.  Cuarenta y tres minutos y medio en diez kilómetros con constantes subidas y obteniendo una media de cuatro con veinte. No podía estar mas contento, nueva mejor media personal y además en una carrera muy dura.

Tras la carrera, recogimos la bolsa de corredor cuya camiseta regale a mi novia, muy chula por cierto, la camiseta y mi novia jeje. Y nos fuimos a casa de Inma, que quiero aprovechar para agradecerle su gran hospitalidad al cedernos su ducha y hacernos una vez más de perfecta anfitriona, demostrando el inmenso cariño que tiene por su bonito pueblo. Gracias Inma.

Como broche perfecto, nos fuimos a Archena a cenar en un lugar que no recuerdo el nombre, pero si que me acuerdo perfectamente de que estaba todo buenísimo, claro que puede que también tuviesemos algo de hambre tras el esfuerzo realizado.

Datos de carrera
Dorsal: 184
Distancia: 10.000m.
Tiempo carrera: 00:43:24 (04:20min./km)
Posición: 71/221 (27 categoría/70)
Bolsa corredor: Camiseta técnica.

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viernes, 17 de junio de 2011

I Carrera por la vida Alquerías

Siete días habían pasado desde la última carrera por Lorca, cuando ya me encontraba en dirección a Alquerías, una pequeña pedanía en los alrededores de Murcia, en busca de otra carrera. En esta ocasión no podía tener queja ya que me encontraba muy bien acompañado por Antonio Vidal, Antonio Cano, y Jose, buenos deportistas, pero mejores personas.

Llegamos a Alquerías sobre las 19:00, pensando que la carrera empezaba a las 20:30, pero cual fue nuestra sorpresa cuando nos enteramos de que a esa hora empezaba si, pero las categorías inferiores (infantiles, juveniles....). Ibamos a tener todo el tiempo del mundo para calentar, aunque evidentemente no lo hicimos. Estuvimos disfrutando de como corrían los peques, las caras que ponían de esfuerzo y el estilazo que tenían. En fin, pasando un buen rato. Es emocionante ver como empiezan a esas edades tan tempranas y aunque para muchos de ellos se quede la carrera como una simple anécdota a lo largo de su vida, quien sabe si para otro sera la primera carrera que siempre recordara cuando alcance el éxito.

Cuando vimos que se aproximaba nuestro turno comenzamos a calentar trotando un poco a la misma vez que estirábamos, también fuimos a los aseos de un pabellón cercano a evacuar (los nervios...), fue ahí donde me encontré con un vecino que hacia siglos que no veía, Jose Enrique Murcia Casas, un murcianista de pro y un gran deportista, tras cruzar unas palabras y desearnos suerte nos fuimos hacia la salida dispuestos a cubrir los 10 kilómetros repartidos en tres vueltas.

Ya había caído la noche, y el ambiente era muy festivo con una gran megafonía a cargo de inimitable Casiano, con sus carros de fuego sonando de fondo. El calor era otro factor a tener en cuenta ya que la caída del sol no había hecho que las calles de Alquerías dejasen de ser un hervidero.

Finalmente Casiano dio la salida, nos deseamos suerte y comenzamos a "sufrir". El comienzo era muy estrecho con alguna curva más o menos cerrada y costaba encontrar huecos, como pude intente posicionarme en un buen lugar. Tardo bastante en romperse el gran grupo de corredores pero poco a poco y como casi siempre ocurre empezaron a verse huecos.

En la primera vuelta corrí por encima de mis posibilidades, como pollo sin cabeza, por una parte me deje "arrastrar" por un grupo más fuerte que yo, y por otra parte, la salida y mi ansiedad de adelantar y posicionarme me jugo una mala pasada, dos errores que pague caros. En la segunda vuelta me dio un bajón de moral bastante importante, debido a que ya había visto lo que era una vuelta y se me habia hecho muy larga, demasiado. El calor tampoco ayudaba y es que era la típica noche de Murcia en la que decimos eso tan nuestro de "que fosca hace". Total, que no me quedo otra que regular, mi estrategia ahora era "descansar" un poco en esta vuelta y echar el resto en la última. Así fue como a duras penas y con un ritmo cardiaco menos elevado llegue por segunda vez a meta para afrontar la que seria mi ultima vuelta a un recorrido plagado de vecinos en las puertas de su casa que te vitoreaban al pasar, te aplaudían e incluso te echaban un cubo de agua para refrescarte, algo a lo que muy pocos se negaban. También había una pequeña zona del recorrido en la que la luz brillaba por su ausencia y tenias que llevar mucho cuidadin de no pisar nada extraño que pudiese provocar una torcedura de tobillo.

La última vuelta fue la mejor de las tres, apretando dentro de mis posibilidades y marcando muy bien el ritmo, era lo bueno de haber dado ya dos vueltas, que empezaba a conocer el circuito y sabía donde tenía que forzar y donde no. A mitad de la ultima vuelta me encontré a Jose Enrique, el cual me comento que tenia unas molestias y que por eso se había frenado, le desee que no fuese nada grave y continué hasta la meta. Acabe la carrera con un buen esprint final en el que me pareció notar el corazón entre los dientes, cuarenta y cinco minutos después, la carrera había llegado a su fin.

No tardaron mucho en llegar el resto del grupo, primero Jose, enseguida Vidal y poco después Cano. Recogimos nuestras respectivas camisetas conmemorativas de la prueba y nos marchamos rápidamente ya que era algo tarde.

Fue una buena jornada, una carrera incómoda sobretodo por el calor sofocante y las tres vueltas al circuito que desgastaban bastante. Respecto al tiempo que marque creo que tal y como empezó la carrera y los errores que cometí no esta nada mal, además del factor climático que fue bastante determinante. Pero dejando de lado las estadísticas y la carrera en si, esta vez me quedo con el grupillo que nos juntamos, que hay que reconocer que da gusto ir acompañado a este tipo de eventos.

Datos de carrera
Dorsal: 576
Distancia: 10.000m.
Tiempo carrera: 00:45:24 (04:32min./km)
Posición: 128/472 (51 categoría/184)
Bolsa corredor: Camiseta de algodón.

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viernes, 10 de junio de 2011

Corre x Lorca

Correbirras es un club muy grande, no solo por ser un enorme grupo de gente sana, simpática y que saben divertirse, sino por la iniciativa que llevaron a cabo con este evento para recaudar fondos que pudiesen ayudar a los lorquinos. Lo dicho, muy grandes. Mi participacion estaba asegurada.

La carrera caía en viernes por la tarde, aun así la asistencia era mas que buena como pude comprobar mientras me acercaba a la fica, lugar de donde partía la prueba. Cientos de personas abarrotaban la explanada donde cada año montan la feria. Megafonía, camión de estrella, asistencia medica, por ahora la organización me estaba dejando impresionado para ser una carrera pionera.

Cuando retire el dorsal, y me dieron una bolsa-mochila, que contenía una camiseta de algodón, una toalla y una gorra, pensé que aquello ya era demasiado. Sin duda, por enésima vez, chapó.

Centrándonos en la carrera, el circuito transcurría por el margen del río, a la altura de la fica como ya he mencionado, tres kilómetros y medio dirección Orihuela y vuelta atrás, total siete kilómetros, también existía la opción de participar en la modalidad de marcha, reduciendo la distancia a tres kilómetros, sin duda una gran idea para aumentar la recaudación. Días después leí que reunieron un total de 14.000 euros y que fuimos mil las personas que nos dimos cita para participar en una de las dos modalidades.

Entre los mil participantes allí estaba yo, haciendo mis estiramientos y pensando en el calor que iba a hacer durante la carrera pese a que empezaba a las ocho de la tarde. La prueba iba a desarrollarse con total puntualidad por lo que me dirigí a la linea de salida donde se guardo un emotivo minuto de silencio en memoria de los fallecidos en Lorca, después de esto, empezamos a correr.

La anchura de la calzada no seria de mas de cinco metros por lo que os podéis imaginar lo difícil que resultaba correr a un ritmo decente, aunque claro esta que esta carrera tenia un toque diferente, algo que sabias que no importaba si quedabas entre los primeros, por la mitad o si llegabas el ultimo y corriendo hacia atrás, lo importante ya estaba hecho, ahora solo tocaba disfrutar. Todo esto se hizo muy palpable cuando atravesamos por un túnel donde todos empezamos a entonar cánticos deportivos del tipo "oeoeoeoeoe", fue un momento divertido y algo surrealista.

Pero una cosa es que no importase como quedaras en una clasificación que ni tan siquiera existía, ya que la prueba no era cronometrada, y otra muy distinta es que no me fuese a esforzar, así que una vez que se hicieron algunos huecos en la carrera comencé a apretar poco a poco, el calor era excesivo y mis pulsaciones también, pero claro, eran siete kilómetros y la estrategia iba a ser algo diferente esta vez, aquí había que darlo todo desde el principio. Fue así como antes de llegar al punto donde se giraba para volver tuve que aminorar un poco porque estaba algo tocado en cuanto a ritmo cardiaco y no quería arriesgarme a llevarme un susto.

La carrera se hizo bastante amena, sobretodo a la vuelta donde coincidimos con gran cantidad de personas que estaban participando en la modalidad de marcha, y claro, al cruzarnos pues podéis imaginar todos los ánimos que nos daban, expresados de las maneras mas variopintas.

Llegue a meta bastante "tocado", teniendo que olvidarme de esprintar los últimos metros, pero estaba contento con el resultado, y sobretodo orgulloso de haber participado en la carrera. Lo primero que hice cuando recupere un poco el aliento fue tomarme una estrella bien fría que luego complete con unos acuarius. luego estire mientras observaba como llegaban el resto de participantes. Antes de irme a casa, aguante un poco a ver si era el afortunado que iba a ganar unas zapatillas en un sorteo que hacían, pero no, no lo fui. Por lo que caminando lentamente y con la cabeza bien alta me fui a casa.

Datos carrera
Dorsal: 73
Distancia: 7000m.
Tiempo carrera: 00:31:30 (04:24min./km)
Posición: Prueba no cronometrada
Bolsa corredor: Bolsa-mochila, camiseta de algodón, toalla, gorra algodón.

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sábado, 2 de abril de 2011

II Ruta de las fortalezas

Hay una frase que me gusta bastante, "nunca sabes lo que puedes correr hasta que lo corres", esto es lo que se me debió pasar por la cabeza cuando una buena mañana escuchando la radio mientras trabajaba, el presentador del programa matinal entrevistó a uno de los organizadores de este evento, hablaba sobre una prueba organizada por el ejercito que recorría 51 kilómetros a lo largo de numerosas bases militares, situadas en los picos mas altos que rodean Cartagena. También explicaba que la prueba era dura pero al mismo tiempo apta para muchas personas, siempre y cuando tuviesen un físico aceptable. La marcha tenia un tiempo limite de doce horas, lo que permitía ir andando de manera tranquila aunque sin despistarse.



Antes de que terminara la entrevista ya sabia que seria uno de los participantes ya que seria un buen reto, un reto diferente a las carreras a las que habia estado frecuentando ultimamente, algo como más especial.

No tarde en avisar a mi hermano. Sabiendo lo que le fascina el senderismo sabia que no fallaría y así fue, además conseguimos tres espléndidos fichajes mas para la expedición: Antonio Vidal, mi primo y Ángel, amigo de mi hermano. Al principio estuvimos viendo la opción de formar un equipo ya que existía esa modalidad pero al final nos pareció que había que hacer tramites innecesarios para un grupo que no iba a mirar demasiado el tiempo.

La II ruta de las fortalezas fue todo un éxito en cuanto a afluencia, los casi tres mil dorsales se agotaron en apenas tres días, y fueron muchos los que hicieron ofertas algo inmorales para conseguir una plaza después del cierre.

Los preparativos antes del día señalado comenzaron varias semanas atrás, con entrenamientos que alargábamos muchísimo los sábados, haciendo tiradas de treinta o mas kilómetros, subidas interminables y algún que otro almuerzo de los buenos. La parte logística corría de mi parte como de costumbre, había mirado el perfil de la prueba cientos de veces, estudiado los tiempos máximos que nos podíamos permitir en cada kilómetro, los avituallamientos disponibles, los servicios sanitarios, los horarios de salida...Incluso dos días antes de la cita, realice un pequeño montaje audiovisual para motivar al personal.



Así fue como casi sin darnos cuenta llego el día tan esperado. Aun con la noche bien cerrada entre bromas provocadas en gran parte por la ansiedad nos dirigíamos a Cartagena, una vez allí y recogidos todos los dorsales y bolsas de corredor, comenzamos a calentar mientras comentabamos que hacia fresco, yo opte por aguantar y salir en manga corta y dejar todo en el coche, elección que lamentaria al finalizar la prueba.

Mientras una patriótica bandera nacional se izaba bajo militares que formaban de manera solemne, cientos y cientos de participantes se agolpaban en la calle mayor situada cerca del puerto, justo tras finalizar el himno español se escucho a lo lejos un disparo de cañón. La segunda edición de la ruta de las fortalezas había comenzado.

Intentare resumir lo que fue la marcha en tres partes con el fin de hacerlo más ameno, que me estoy excediendo un poco.

Primera parte "Aun queda mucho, tranquilos"

Esta fue la frase mas repetida del kilómetro uno al treinta. Tras una salida en la que quedamos literalmente atrapados por el tapón humano y nos hizo desesperarnos en la primera subida al "calvario", la carrera se abrió un poco aunque no en exceso. Al principio íbamos algo ansiosos de ver la gran cantidad de participantes que llevábamos delante, sin embargo nos relajábamos cuando mirábamos hacia atrás y observabamos los que nos seguían.
En esta primera fase conocimos a una simpática mujer, Tere, que se unió a nosotros puesto que participaba sola. A medida que iban pasando los kilómetros nos dábamos cuenta de la envergadura del recorrido, la sensaciones eran buenas pero quedaba mucho, en el kilómetro treinta aproximadamente comenzaron los problemas

Segunda parte "Tengo molestias"

El día había acabado por ser espléndido, tal vez demasiado, y el sol empezaba a hacer de las suyas, lo mas perjudicial era el asfalto, a mediodía los pies ardían al caminar tanto tiempo sobre él, esto no provocaba otra cosa que las temidas ampollas.

Llegados a este punto quiero mandar desde aquí un agradecimiento a mis zapatillas, si en la anterior carrera estrene las nimbus, en esta el turno era de las "Asics trabucco" las cuales se comportaron como unas campeonas no causándome ningún contratiempo. Por el contrario mi hermano empezaba a sufrir las molestias de las ampollas, le habían salido un par de ellas que hacían que no fuese cómodo y cambiase un poco su manera natural de caminar. Por otro lado Antonio estaba empezando a mostrar síntomas de cansancio extremo, entre todos intentábamos animarlo pero no había manera. En realidad llegados al kilómetro cuarenta todos íbamos tocados en mayor o menor medida, aquí empezamos a romper el grupo, viendo la excelente cobertura por parte del ejercito pensábamos que era hora de que cada uno sacara lo que le quedase al fin y al cabo es lo que se busca en una prueba como esta, ver hasta donde puedes llegar, y para ello tienes que forzar.

Tercera parte "No te dejes nada dentro"

LLevaba ocho horas y pico andando y un monton de sellos en la credencial que demostraba que habias pasado por todos los puntos cuando empece a correr, primero suave a ver como respondían las piernas, pero poco a poco fui apretando hasta coger un ritmo bastante aceptable, no se a cuantas personas pude adelantar en los últimos diez kilómetros, tampoco me preocupa demasiado, lo único importante era que iba a acabar la prueba, y de que manera. Cuando llegue a meta, se me puso la piel de gallina, el lugar estaba lleno de participantes, familiares y como no, de militares, eran ellos los encargados de estrecharte la mano al llegar y decirte -enhorabuena, lo has conseguido.- Tras casi nueve horas y media me encontraba haciendo estiramientos con las piernas temblorosas, por un momento supe como se sienten algunos animales cuando nacen e intentan ponerse en pie.

La espera al resto del grupo se hizo muy larga, casi una hora, mi cuerpo se había enfriado y estaba pasando un frío...días después me puse malísimo, pero eso es otra historia. Señalar que mi hermano tuvo que ser atendido en un puesto de la cruz roja ya que al caminar tantos kilómetros de manera forzada, por culpa de las molestias provocadas por las ampollas, le había terminado por causar un dolor en la rodilla bastante preocupante, cuando salimos de allí, lucia un vendaje desde el muslo al tobillo, algo que nos parecio un poco exagerado.

El camino de vuelta fue largo aunque gratificante de ver el merecido descanso que nos habíamos ganado. En cuanto a la experiencia, estoy convencido de que valió la pena y me despertó un poco el gusanillo de las pruebas de larga distancia, estoy seguro que la tercera edición supondrá un nuevo reto para todos nosotros.

Datos carreraDorsal: 1340
Distancia: 51000m.
Tiempo carrera: 09:19:06 (10:57min./km)
Posición: 1091/2072 (llegados a meta) (438 categoría/733)
Bolsa corredor: Camiseta algodón, gorra algodón, bolígrafo, imán para frigorífico, pegatina, a la llegada medalla finisher y diploma finisher.

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